Socialmente no hay un prototipo de maltratador; puede ser de clase alta o baja, con estudios o sin ellos, joven o viejo. "Es un perfil plano". Su conducta no tiene porqué estar ligada al consumo del alcohol o drogas (en el 80% de los casos no lo está) y tampoco a desviaciones psíquicas. En contra de lo que pueda parecer,
la mayor parte de los agresores no son enfermos mentales.